Más de cien estudiantes de toda Europa han participado en el concurso CanSat 2017, donde la Agencia Espacial Europea reta a los participantes a construir un ‘satélite’ del tamaño de una lata de refresco y liberarlo desde un cohete. Un equipo madrileño se ha alzado con la victoria gracias a su Burgoneta Espacial, con la que han medido la radiación UV y el CO2 durante el descenso, además de grabarlo en vídeo.