Las enfermedades como el cáncer, la diabetes y las afecciones cardíacas o pulmonares son evitables en un alto porcentaje, según un informe de la Organización Mundial de la Salud. La institución pide a los países un compromiso para reducir en un 25% la cifra de muertes por patologías no transmisibles, relacionadas en su mayoría con hábitos poco saludables.
Los pacientes diabéticos no acumulan bien la glucosa en el hígado, donde se almacena el azúcar sobrante que luego se libera en función de las necesidades energéticas del cuerpo. Por primera vez, un estudio científico demuestra la conexión entre hígado y apetito, lo que permitiría ofrecer un tratamiento para mejorar la diabetes y la obesidad.
Un trabajo con participación del CSIC combina una proteína con nanovesículas para sanar el tejido ulcerado y evitar amputaciones. La empresa encargada de su desarrollo y comercialización será Heber Biotec.
Científicos del IRB Barcelona, en colaboración con investigadores de la Universidad de Barcelona, han observado que agrupaciones de entre 20 a 100 unidades de beta amiloide adoptan una cierta estructura que las hace nocivas para las neuronas. Los investigadores sostienen que se trata de un paso adelante para encontrar una diana terapéutica para el alzhéimer, una enfermedad, hoy por hoy, huérfana de medicamentos.
Investigadores de la Universidad de las Illes Balears han desarrollado un mecanismo molecular clave para el futuro diseño de inhibidores de enfermedades neurodegenerativas asociadas a la diabetes mellitus del tipo II.
Un nuevo estudio revela que ciertas bacterias intestinales pueden inducir cambios metabólicos después de la exposición a edulcorantes artificiales. Los resultados, publicados en la revista Nature, muestran que dichas sustancias podrían acelerar la aparición de diabetes y obesidad.
Un equipo internacional de investigadores ha analizado en ratas obesas diabéticas Zucker que el consumo crónico de melatonina ayuda a combatir la obesidad y la diabetes mellitus tipo 2. La melatonina es una sustancia natural presente en la propia naturaleza, desde las plantas hasta los animales, y funciona como señal hormonal liberada durante la noche.
Investigadores españoles han descrito cómo un medicamento para la diabetes tipo 2 activa la grasa parda. Aunque el trabajo ha sido realizado en roedores, los resultados son clínicamente relevantes ya que se constata que pacientes obesos con diabetes tratados con este compuesto también muestran un incremento del gasto energético.