A diferencia del ser humano, que es incapaz de regenerar un diente perdido, muchos animales son capaces de recuperar piezas dentales gracias a células madre que se activan en caso de necesidad. Un equipo de científicos investiga cómo los dientes de los aligátores vuelven a crecer. Creen que podrían aplicarlo a humanos en el futuro.
Una de las armas analizadas en el estudio de la colección del Museo Field de Historia Natural. / PLOS ONE.
Investigadores del ICP publican hoy en los Proceedings of the Royal Society B una de las primeras evidencias a partir del registro fósil que apoya la teoría evolutiva del envejecimiento, según la cual las especies que evolucionan en ecosistemas con baja mortalidad y con una limitación de recursos tienden a ser más longevas. Un paradigma de estos ambientes son las islas.
El trabajo muestra que la altura de los dientes de mamíferos endémicos insulares es un indicador de su longevidad, y pone en cuestión el uso de este rasgo morfológico como un indicador exclusivo para inferir la dieta de las especies fósiles, así como para interpretar el clima en el que vivían.
Acaba de terminar una exitosa campaña de excavaciones con el descubrimiento de cuatro dientes de leche en este refugio de neandertales de la sierra madrileña.
Los Homo sapiens usamos preferentemente una mano respecto a la otra: hay 9 diestros por cada zurdo. Un nuevo estudio con participación española corrobora que hace 500.000 años los habitantes de Atapuerca (Burgos) ya eran diestros, como los neandertales. Las pruebas se han obtenido analizando en los restos de dientes las marcas provocadas al sujetar una herramienta con la mandíbula y tensarla con una mano.
Un dugón en el aquario de Sidney.
Un equipo internacional de científicos, con participación española, ha reconstruido, a través de huesos y dientes fósiles, el régimen alimentario de dos roedores de más de un kilogramo de peso que habitaron Tenerife y Gran Canaria hace más de 2.000 años. El aumento de tamaño respecto a las especies peninsulares se debió a la adaptación a una dieta vegetariana no herbácea.
Los cambios evolutivos en la morfología de los dientes de los caballos se produjeron cerca de un millón de años más tarde que los cambios en la dieta.
Los cambios evolutivos en la morfología de los dientes de los caballos se produjeron cerca de un millón de años más tarde que los cambios en la dieta.
La periodontitis provoca, como en este caso, gran recesión de encías y la separación de los dientes.