Durante 25 años, un equipo internacional de investigadores ha tratado de entender cómo evoluciona el color y su patrón en los insectos palo de California en EE UU. Un estudio demuestra ahora que la evolución del patrón de color es más predecible que el color en sí, ya que este último está sujeto a la variabilidad de las condiciones climáticas.
PopHuman, así se llama el portal para navegar entre miles de datos de diversidad genética humana que han desarrollado investigadores del grupo de investigación Bioinformática de la Diversidad Genómica de la Universidad Autónoma de Barcelona, en colaboración con el Instituto de Biología Evolutiva. Este 'Google' de la variación genética contiene el mayor inventario disponible de medidas de diversidad a lo largo del genoma humano.
Los biólogos evolutivos Rosemary y Peter Grant han ganado el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Ecología y Biología de la Conservación por “sus profundas aportaciones a nuestra comprensión de los mecanismos y procesos que subyacen a la evolución en la naturaleza”. Sus descubrimientos permitieron comprobar que los cambios evolutivos se producen mucho más rápido de lo que se pensaba y son fundamentales para la conservación de especies amenazadas.
Científicos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana ha hecho una revisión de la mandíbula de Mountmarin-La Nicherealiza, un fósil humano hallado en 1949 al sur de Francia, cuyas características respaldan la hipótesis de la evolución en mosaico del linaje neandertal. Los restos tienen una antigüedad de entre 200.000 y 240.000 años, y su estructura es muy arcaica con piezas dentales indiscutiblemente neandertales.
Los insectos comprenden el grupo de animales más diverso con cerca de un millón de especies descritas, unas tres cuartas partes del total de las especies que viven en la Tierra. Una de las principales hipótesis que explica esta amplia diversificación es la adquisición de la capacidad de volar gracias al desarrollo del ala mucho tiempo antes que ningún vertebrado, hace unos 350 millones de años. Un nuevo estudio demuestra ahora que las dos principales teorías sobre el origen del ala son parcialmente correctas.
La extinción de Oreopithecus bambolii, el último primate europeo del Mioceno, se produjo a causa de la irrupción de nuevas especies continentales que compitieron y depredaron sobre él. Esta es la principal conclusión de un estudio liderado por el Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont, que también ha detectado una inestabilidad en el clima, pero los investigadores descartan que fuese suficiente para provocar su desaparición.
Un equipo internacional de astrónomos ha presentado los mapas del movimiento orbital de las estrellas incluidas en trescientas galaxias, lo que proporciona una información fundamental para saber cómo se formaron y evolucionaron. El avance ha sido posible gracias al sondeo CALIFA, un proyecto liderado desde el Observatorio de Calar Alto en España.
Un equipo de científicos de la Universidad de Valencia ha reconstruido la forma del cuerpo de un pez extinto a partir de sus fósiles, basándose en la morfología y locomoción de tiburones actuales. El hallazgo revela que dentro de los peces que nadan de forma continua y activa, los animales más grandes necesitan colas o aletas caudales proporcionalmente más amplias debido a la necesidad de compensar su pérdida de flotabilidad, como le ocurría a Dunkleosteus terrelli, el placodermo carnívoro de mayor tamaño descrito hasta el momento.
Un azúcar denominado Neu5Gc, presente en las carnes rojas, algunos pescados y productos lácteos, está relacionado con la aparición de tumores espontáneos en humanos. Investigadores de la Universidad de Nevada, Reno (EE UU), liderados por el español David Álvarez Ponce, han analizado la historia evolutiva del gen CMAH –quepermite la síntesis de este azúcar– y revelan qué grupos de animales han perdido el gen y por lo tanto son más apropiados para el consumo humano y para trasplantes de órganos.
Un estudio del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas ha analizado el genoma de 68 mamíferos, entre ellos nuestra especie, y han identificado 6.000 familias de genes exclusivos de estos animales. Los expertos los han distribuido en el árbol evolutivo en función del momento en el cual se originaron y han estudiado sus propiedades y funciones. Los resultados se han publicado en Genome Biology and Evolution.