Un estudio publicado en Nature Communications revela cómo los mismos genes reguladores se han utilizado para generar diferentes órganos y estructuras biológicas en los seres vivos durante el proceso evolutivo. El trabajo demuestra cómo una mutación sin sentido aparente hace más de 700 millones de años fue el motor molecular de complejas novedades morfológicas en varios vertebrados, incluida la especie humana.
Un estudio publicado en la revista Scientific Reports, basado en las muestras de más de doscientos hombres de África del Norte, Oriente Medio y la península Ibérica, arroja luz sobre los procesos históricos y demográficos ocurridos en el pasado en África del Norte, gracias al análisis de la variante E-M183 del cromosoma Y. Esta variante también se ha encontrado en momias guanches, señalando al norte de África como la región de origen más probable de los aborígenes canarios.
A partir de una base de datos con información de 7.904 individuos, elaborada por investigadores de centros españoles, ingleses y belgas, los científicos saben ahora cómo evolucionaron las glándulas foliculares epidérmicas implicadas en la comunicación química en reptiles. Este tipo de estructuras es una de las principales formas de comunicación en animales y su composición y forma varía mucho de unas especies a otras.
La paloma migratoria o pasajera pasó en solo un siglo de ser el ave más abundante de Norteamérica a extinguirse. Un análisis de su ADN, extraído de ejemplares de museo, indica que tenían una diversidad genética sorprendentemente baja para pertenecer a una población enorme. El estudio, publicado en Science, sugiere que incluso las poblaciones grandes y estables pueden estar en riesgo de extinción por cambios medioambientales repentinos.
Un estudio publicado por el IRB Barcelona en Nature Genetics demuestra que el sistema de vigilancia y reparación de mutaciones es más eficaz en las secuencias genéticas que codifican para proteína.
Un animal recién descubierto es el más primitivo del extenso linaje de jiráfidos gigantes de cuatro apéndices craneales. El hallazgo de esta especie, denominada Decennatherium rex, ha sido posible gracias a la colaboración del Museo Nacional de Ciencias Naturales y el Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont, con restos recuperados del yacimiento Cerro de los Batallones (Madrid).
A partir del análisis de la estructura tridimensional del oído interno de 29 especies actuales y extintas de ciervos, un equipo internacional de científicos, en el que ha participado el Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont, ha revelado algunas claves hasta ahora desconocidas sobre el origen y la evolución de este grupo, que constituye una de las familias de mamíferos más diversificadas que se conocen.
Un equipo de investigación, liderado por el Museo Nacional de Ciencias Naturales ha estudiado el veneno de las aceiteras, escarabajos de la familia Meloidae capaces de sintetizar cantaridina, un veneno muy tóxico. La pérdida de rayas rojas es un proceso evolutivamente reciente que no va acompañado de una reducción de la toxicidad.
Un estudio asegura que cuatro de cada diez varones españoles y portugueses tienen un antepasado común que vivió hace 4.500 años. El trabajo se basa en muestras de ADN de casi 3.000 hombres de la península ibérica y Francia. En el País Vasco, el porcentaje asciende al 70%. El hallazgo tiene aplicaciones en el estudio de las migraciones humanas, en la identificación genética de casos criminales y en genealogía.
El esqueleto de un niño neardental de casi ocho años hallado en el yacimiento de El Sidrón, de 49.000 años de antigüedad, aporta nuevas claves sobre el ritmo de crecimiento de esta especie humana extinta. Según los resultados del estudio, su cerebro se desarrollaba durante algo más de tiempo que el del Homo sapiens.