Los suelos europeos están destinados sobre todo a la producción agrícola o a los montes. Con el advenimiento de un cambio climático, es esencial conocer la cantidad de gases de efecto invernadero que están siendo liberados a la atmósfera, o fijados por la biomasa y suelos en los montes, agricultura y producción animal, que podrían ejercer de fuentes o sumideros. Por ello, se ha iniciado con la participación de la Universidad de Granada uno de los mayores proyectos de investigación europeos sobre estos procesos, GHG Europe. Las contribuciones de los Estados miembro, de las universidades y centros de investigación asciende a más de 12 millones de euros.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) cultivan algas que, por medio de la fotosíntesis, actúan como filtros biológicos de CO2 , capturando este gas y produciendo biomasa utilizada para alimentación humana o para la obtención de biocombustibles. Así, se mitigan las emisiones de este gas de efecto invernadero.
El Grupo Hidrógeno de la Universidad Pública de Navarra ha recibido de manos de un coche para modificarlo y que funcione con hidrógeno, un combustible inagotable que no produce emisiones contaminantes ni de efecto invernadero.
Hoy se celebra el Día de preservación de la capa de ozono. / Sinc
El Grupo de Ingeniería Ambiental y Bioprocesos de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) lleva diez años trabajando en la aplicación de la metodología de análisis del ciclo de vida en la mejora ambiental de productos y procesos, bajo la supervisión del profesor Gumersindo Feijoo. Entre otras áreas, están especializados en el sector primario, en particular en productos de la acuicultura y de la pesca.
El investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Carlos Duarte ha participado en un estudio internacional liderado por la Universidad de Iowa (EE UU) que ha descubierto que los estanques o balsas agrícolas en todo el planeta retienen tanto CO2 como los océanos, y, junto a los lagos, de 20 a 50 veces más cantidad de dióxido de carbono por metro cuadrado que la que captan los bosques.
Ayer se hizo público el Inventario de Gases de Efecto Invernadero (GEI) de España con los datos oficiales de las emisiones en 2006. Las cifras reflejan una reducción de un 2,7% respecto al año anterior. Se trata de la primera reducción significativa de las emisiones GEI desde la aprobación del Protocolo de Kioto.