Recibir una tarjeta de un miembro de la empresa Treelogic y preguntarse si los ejecutivos se han aficionado a extraños dibujos no figurativos es todo uno. Pero los cuadraditos negros sobre fondo blanco que presenta la cartulina no son ni una forma de arte, ni de excentricidad: se trata de un código bidimensional que permite a personas con deficiencia de visión acceder a toda la información de la tarjeta utilizando su móvil como lector. Una idea que retrata tanto uno de los sectores de actividad de la compañía como el futuro de los teléfonos móviles.
En la imagen, Sergio García Caso, director de I+D+i de Treelogic. Imagen cedida por la empresa.
Los números ya no son inflexibles: las matemáticas han expandido sus fronteras, y ya no se colapsan por las imprecisiones, verdades a medias e imprevistos de la vida real. Y el responsable es el soft computing, un conjunto de técnicas matemáticas no convencionales. En el Centro Europeo de Soft Computing, que tiene su sede en Mieres, más de veinte investigadores trabajan para desarrollar estas técnicas y aplicarlas a problemas reales complejos.