Un equipo de investigación español ha hallado 40 genes claves en el carácter agresivo del melanoma, uno de los tipos de cáncer menos conocidos. Los resultados de la investigación podrían determinar el desarrollo de metástasis en pacientes con estos tumores.
Células procedentes de una biopsia de un paciente con melanoma. En rojo, proteína RAB7 acumulada en los endosomas de las células tumorales. En azul, núcleos de las células del tumor. / María Soengas, CNIO
Cuando aparecen adenomas en el colon, las mismas células del tejido producen una molécula que neutraliza su progresión. Los adenomas son el sustrato sobre el que se desarrollan los carcinomas y son muy prevalentes entre la población. Los resultados se publican en Nature Cell Biology.
Los telómeros son regiones de los cromosomas que los protegen y retrasan el envejecimiento de las células; por eso una buena longitud se considera un seguro de salud. Pero también están implicados en la formación de tumores. Ahora, un nuevo estudio sostiene que dos genes implicados en la longitud telomérica aumentan la probabilidad de sufrir glioma. No obstante, el riesgo absoluto de padecer este tipo de tumor sigue siendo muy bajo, sobre todo, frente a las ventajas que aportan unos buenos telómeros.
Una investigación liderada por el IRB Barcelona describe que la pérdida de un supresor promueve la colonización del pulmón por parte de células cancerosas de mama. Podría ser un buen marcador para distinguir a las pacientes con mayor riesgo de sufrir metástasis, además de ser diana para desarrollar una terapia preventiva después de la extirpación del tumor primario.
Investigadores del Hospital Clínic de Barcelona y del Hospital Universitario Donostia estudian personas con mutaciones genéticas asociadas con la enfermedad de Parkinson (EP), junto con otros 32 centros de investigación clínica que trabajan en la Parkinson’s Progression Markers Initiative (PPMI), un estudio de biomarcadores a gran escala patrocinado por la Michael J. Fox Foundation para la Investigación del Parkinson.
Investigadores la Universidad de La Laguna han aplicado un nuevo método genético de análisis de restos arqueológicos que permite discernir el sexo de los restos esqueléticos de los aborígenes de la isla de El Hierro. Este tipo de trabajo es fundamental para conocer lassociedades del pasado cuando no se tienen restos completos de los individuos.
Un equipo científico, liderado desde Reino Unido y con participación española, ha descubierto el receptor de una sustancia que activa las defensas de una herbácea, aunque a dosis altas reduce su crecimiento. El estudio de los mecanismos implicados ha permitido crear ejemplares mutantes que se benefician solo de los aspectos protectores de este compuesto.
Dos estudios anuncian el hallazgo de una enfermedad antes desconocida que afecta al sistema nervioso, causada por una mutación en un gen que nunca se había relacionado con dolencias humanas. Únicamente se conocen casos en algunas familias del este de Turquía. Provoca malformaciones cerebrales, discapacidad intelectual, convulsiones y defectos motores y sensoriales.
Dos estudios aportan nuevas perspectivas sobre el cromosoma Y. Rastreando la historia de Y en quince mamíferos, los científicos han deducido que tiene muchas más funciones que formar los testículos o producir esperma. Podría ser responsable de que hombres y mujeres tengan distinta susceptibilidad a ciertas enfermedades. También aseguran que, durante su evolución, Y conservó un pequeño conjunto de genes que han permitido la persistencia del sexo masculino.