A diferencia de lo que enseñan las películas y series de ciencia ficción, las naves interplanetarias no se dirigen a su destino en línea recta. Más bien, toman sinuosas y complejas trayectorias planificadas minuciosamente por ingenieros muchos años antes de su lanzamiento.
Este lunes ha salido de la Tierra la primera nave de la ESA que investigará la eficacia del desvío de asteroides como método para proteger nuestro planeta frente a posibles impactos. Su objetivo es Dimorphos, un asteroide ya desviado por la acción humana.
A pesar de los últimos fallos con los lanzadores de SpaceX, la Agencia Espacial Europea espera que este mes despegue su primera misión de defensa planetaria. El objetivo es analizar el impacto que tuvo la sonda DART de la NASA sobre un asteroide en un sistema binario.
La Agencia Espacial Europea (ESA) lanzará en 2024 la misión Hera, formada por una nave espacial y dos pequeños satélites, para examinar de cerca al asteroide Dimorphos y los efectos que le haya causado la colisión de la sonda estadounidense DART.