Un pueblo de Salamanca alberga uno de los museos científicos más singulares que podamos encontrar: el único dedicado a una falla, en concreto, la fractura del terreno que va desde esta localidad, Juzbado, hasta Penalva do Castelo, en Portugal. Una investigación internacional, liderada por la Universidad de Salamanca, ha datado las rocas que se encuentran justo a su entrada: son granitos de entre 320 y 340 millones de años.