En ese paso intermedio entre el año 2000 y la actualidad, cuando la Ley de medidas sanitarias frente al tabaquismo prohibía fumar en lugares públicos y de trabajo, pero permitía el consumo en determinados locales de ocio y hostelería, el 46,7% de la población seguía expuesta al humo ambiental del tabaco en su tiempo libre, especialmente los más jóvenes, cuya exposición superaba el 80%.