Misteriosas nubes gigantes en el hemisferio sur de Marte. / GCP (UPV/EHU)/NOAA
En marzo de 2012, astrónomos aficionados tomaron desde diferentes rincones del mundo imágenes de un penacho emergiendo al amanecer en el borde del disco de Marte. Si bien las naves espaciales en órbita marciana han observado en numerosas ocasiones finas capas de nubes en el limbo, su altura máxima nunca ha superado los 100 km. Esta protuberancia, en cambio, superó los 200 km de altura. De momento, con el conocimiento actual de la alta atmósfera de Marte, no es posible explicar el fenómeno, que podría suponer un riesgo para futuras misiones en órbita baja en Marte.
Los pequeños puntos blancos son la sonda Beagle2 perdida en Marte en 2003. / NASA/JPL-Caltech
Un punto denominado María Elena en el desierto de Atacama, al norte de Chile, es el lugar más seco del mundo, según un nuevo estudio. Las características de este enclave son análogas a las de Marte, pero los científicos han hallado allí nuevas especies de bacterias, empujando la frontera de las condiciones mínimas necesarias para la vida y abriendo nuevas posibilidades en el campo de la astrobiología.
Muestra de polvo de roca extraída por el taladro del rover Curiosity. / NASA/JPL-Caltech/MSSS
El equipo de la misión MSL de la NASA ha anunciado esta semana que el rover Curiosity ha descubierto moléculas orgánicas en Marte, pero ¿son realmente marcianas? Lo son, según explica a Sinc un investigador español implicado en el proyecto, Alberto González Fairén (Madrid, 1972), que se acaba de trasladar desde la Universidad Cornell en EE UU hasta el Centro de Astrobiología en Madrid. "Es un descubrimiento para los libros de texto", subraya este astrobiólogo.
La NASA acaba de confirmar por primera vez que en el suelo marciano hay compuestos orgánicos. Se trata de clorobenceno y otras moléculas con carbono y cloro, según ha detectado el vehículo Curiosity taladrando en la superficie del planeta rojo. Las sustancias están libres de contaminación terrestre y parece que no las ha generado el propiro rover: son realmente marcianas. Ahora habrá que investigar si su origen es volcánico, hidrotermal, atmosférico, meteorítico o biológico.
El rover Curiosity de la NASA ha detectado que los niveles de metano en la atmósfera marciana, cerca del cráter Gale, son menores de lo esperado, aunque de vez en cuando sus concentraciones se disparan durante unos días. Después, vuelve a desaparecer por algún mecanismo desconocido. Los científicos están desconcertados porque no saben qué fuente emite este gas, que en la Tierra se asocia a la actividad biológica.
Fotos reales del monte Sharp y las rocas estratificadas observadas por Curiosity, junto a ilustraciones de cómo pudo ser el antiguo lago marciano y un modelo q para explicar la formación del monte. / NASA/JPL-Caltech/ESA/DLR/FU Berlin/MSSS