Una investigación del Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl), centro vinculado a la Universidad de Salamanca, ofrece nuevas claves sobre los efectos de acostumbrar al cerebro en las primeras etapas de crecimiento a escuchar cierto tipo de sonidos. El estudio muestra que las ratas inmaduras se vuelven hipersensibles hacia los sonidos a los que han sido expuestas, lo que determina el importante papel del colículo inferior del cerebro en este proceso. Este fenómeno de sensibilización hacia los sonidos tiene importantes implicaciones prácticas en el caso del ser humano, por ejemplo, en el aprendizaje de idiomas, que resulta mucho más efectivo en niños de corta edad.