Una investigación que ha explorado el yacimiento de Biota de Guiyang, al sur de China, evidencia que la recuperación de estos ecosistemas tras la extinción masiva del Pérmico-Triásico se produjo en período mucho más corto del que se creía hasta el momento.
El hallazgo fortuito de un fragmento de cráneo en una playa de Mallorca ha permitido describir por primera vez la presencia de un reptil de hace unos 260 millones de años en el sur de Europa. El animal pertenece a un grupo de reptiles basales que se extinguieron a final del Pérmico, durante la llamada "madre de las extinciones masivas". Investigadores catalanes y alemanes han colaborado en el estudio del fósil que quedará en depósito en el Museo Balear de Ciencias Naturales, en Sóller.
En el Valle de Manyanet (Pallars Jussà, Lleida), un equipo de científicos ha identificado y descrito las huellas más antiguas de Cataluña. Se trata del rastro fósil de diferentes grupos de anfibios y reptiles primitivos, entre los que se han identificado huellas de sinápsidos, el grupo que más adelante daría lugar a los mamíferos. Las icnitas o huellas fosilizadas pertenecen a dos hábitats diferenciados: una fluvial de meandros y otra de aguas no confinadas.
El aumento de la emisión de dióxido de carbono desencadenado por varias erupciones volcánicas en Siberia provocó la acidificación de los mares hace 252 millones de años. Un estudio demuestra ahora que esta pudo ser, en una espiral de fenómenos, una de las causas de la extinción masiva entre los períodos Pérmico y Triásico, en la que desaparecieron el 96% de las especies marinas y el 70% de las terrestres.