Un equipo liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha descubierto que en la enfermedad de Alzheimer la plasticidad sináptica está alterada por una proteína, denominada PTEN, originalmente descrita como un supresor de tumores.
Investigadores del CNIC han dirigido una investigación internacional que muestra cómo las células troncales de la sangre controlan tanto su propia proliferación como las características del nicho que las alberga. El nuevo trabajo confirma que la responsable de este control es la proteína E-Selectin Ligand-1.
Investigadores de la Universidad de Cádiz han participado en el hallazgo de un componente capaz de producir un aumento importante de la neurogénesis, lo que puede ser el primer paso en la elaboración de futuros medicamentos para pacientes con ciertas enfermedades neurológicas. Los resultados se publican en el International Journal of Neuropsychopharmacology.
Científicos españoles han descrito el efecto antiobesidad de la proteína uroguanylina, producida en el intestino. La investigación, publicada recientemente en la revista Diabetes, permite documentar la lista de factores procedentes del sistema digestivo como posibles tratamientos contra la obesidad.
Un equipo de investigadoras ha desarrollado un péptido neuroprotector, derivado de la proteína Kidins220/ARMS, capaz de reducir la muerte neuronal por excitotoxicidad, un mecanismo patológico implicado en el ictus y las enfermedades neurodegenerativas. Los resultados se publican en Cell Death & Disease.
Un equipo internacional de investigadores, con participación de la Universidad de Barcelona, ha comprobado que la proteína tropomiosina 2.1 actúa como un supresor del crecimiento en matrices extracelulares blandas. Este resultado revela el potencial de esta proteína del citoesqueleto para reprimir la proliferación de células cancerosas.
La radiación ultravioleta altera el ADN y provoca mutaciones que permiten el crecimiento descontrolado de células cancerosas. Pero el cuerpo tiene sistemas de reparación del ADN para protegerse de esos daños. Uno de ellos es el que está basado en una proteína, la fotoliasa, cuyos genes se duplican dando lugar a nuevas proteínas como el criptocromo, capaz de mantener la función primitiva que le permite reparar el ADN. Así lo ha identificado un equipo de científicos liderado por la Universidad de Sevilla.
Bacterias como E. coli forman, para proliferar, un anillo que va estrangulando su membrana hasta que la célula original se convierte en dos. La proteína FtsZ es la base de esta estructura, pero el proceso no sería posible sin el apoyo de muchas otras. En un artículo publicado recientemente, investigadores del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC resumen cómo toda esta compañía de proteínas se coordina para que nada falle.
Un equipo de científicos ha descrito por primera vez de qué modo contribuye el agua al proceso de plegamiento de las proteínas hacia la configuración tridimensional, que es la que les permite desarrollar funciones biológicas. Según los investigadores,este estudio explica por qué el agua es esencial para la vida, y también puede ayudar al desarrollo de herramientas informáticas avanzadas para la ingeniería de proteínas que se pueden utilizar en medicina
Científicos del Centro Nacional de Biotecnología han desvelado cómo la proteína ALIX regula la presencia de transportadores de fosfato en la membrana de las células de Arabidopsis thaliana. Cuando la cantidad de fosfato en el medio es suficiente, los transportadores se internalizan desde la membrana hacia la maquinaria de degradación de la célula. Así la planta consigue mantener constantes los niveles internos de este compuesto.