Carolina Gómez-Díaz (Oviedo, 1979) es parte del equipo que, bajo la batuta de Richard Benton, ha desafiado las teorías existentes sobre uno de los mecanismos básicos de la olfacción. En el Centro de Genómica Integrativa de Lausana (Suiza) la investigadora persigue las bases de los aromas de la seducción para, sin metáforas, ejercer una atracción fatal. Los protagonistas de sus jornadas son los insectos, y uno de sus objetivos, el control de plagas y enfermedades asociadas.
La Universidad de Zaragoza coordina una investigación europea para producir frutas de hueso de forma más sostenible, sin pesticidas y con cero residuos. El proyecto lleva como nombre LIFE+ y aplica la metodología 'cero residuos', como el que ya se usa en las hortalizas.
La Universidad de Burgos (UBU) participará en el proyecto europeo Pied Piper (en inglés, Flautista de Hamelín), integrado por cuatro empresas y tres centros de investigación de España, Francia, Países Bajos y Reino Unido. En el mismo, pretenden desarrollar un raticida menos tóxico que los que actualmente están disponibles en el mercado. La UBU también se encargará de investigar sobre feromonas que sean capaces de atraer a estos roedores hacia la trampa.
La temperatura, la humedad del suelo y la vegetación determinan la posibilidad de que aparezca una plaga de langosta, pero estos factores no se monitorizan en las áreas donde se producen. Esto se debe a su complejidad y a que las plagas se originan en grandes áreas de terreno, principalmente en Mauritania, zonas al sudeste de Marruecos y Sahara y en Mali, y también pueden extenderse hasta otras zonas como Egipto e incluso al sureste de la península Ibérica. Por eso, en la Universidad de Valladolid se han propuesto controlarlas por teledetección.
Un trabajo recién publicado en la edición online de la prestigiosa revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) describe la existencia de un nuevo nivel de regulación de la metamorfosis de los insectos. Sus autores, Xavier Bellés y de Eva Gómez, director e investigadora del Instituto de Biología Evolutiva (IBE, CSIC-UPF), utilizaron la cucaracha Blatella germanica para realizar el estudio. Sus resultados demostraron la importancia de los denominados microRNAs en el control del desarrollo de estos insectos, en particular, en la transición de la fase de ninfa a la de adulto durante su proceso de metamorfosis.
Estudian el comportamiento colectivo de las langostas y sus pautas de movimiento