“La historia del descubrimiento del wolframio podría servir para el guión de una buena película de intriga. Se produjo por circunstancias fortuitas, después de que fracasara un programa de espionaje del Ministerio de la Marina”. Así resume el hallazgo de este metal, aislado en 1783 por Juan José y Fausto Delhuyar, Pascual Román Polo, catedrático de Química Inorgánica de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad del País Vasco y presidente del Grupo Especializado Química, Historia y Sociedad, perteneciente a la Real Sociedad Española de Química.
Los productos naturales se han convertido en una fuente inagotable de nuevas soluciones farmacológicas. En la UMA, un grupo de investigación del Departamento de Química Orgánica está trabajando para obtener resultados que permitan diseñar nuevos medicamentos que combatan enfermedades infecciosas o el propio cáncer.
Julio Casado Linarejos y Alberto Arce Arce, investigadores y evaluadores científicos de referencia, se han reunido en Oviedo para valorar los proyectos de investigación que darán lugar a la próxima generación de doctores en Asturias. Los dos son veteranos en esta tarea, y la sintonía entre ambos es palpable. Casado, catedrático de Química Física de la Universidad de Salamanca y director de la Agencia Nacional de Evaluación y Prospectiva (ANEP) entre 1996 y 2000, no pierde ocasión para lanzar una broma sabia. Arce, catedrático de Ingeniería Química de la Universidad de Santiago, afable y tranquilo, responde a las preguntas atentamente pero no pierde de vista el montón de proyectos que debe evaluar.
Julio Casado (a la izquierda) y Alberto Arce, en Oviedo. Fotografía: FICYT.
Jordi Mestres es gerundense, ha vivido en Estados Unidos, en Holanda y Escocia, y trabaja en el PRBB desde hace tres años como jefe del grupo de Quimiogenómica del GRIB. Hace un año creó la empresa spin-off Chemotargets, que desarrolla nuevas herramientas para identificar moléculas activas para dianas terapéuticas. Jordi Mestres nos explica cómo ha llegado donde está ahora.