Un estudio internacional, con participación española, ha descrito el perfil genético de un grupo de enfermos seropositivos, que puede controlar la infección de forma natural y no desarrolla el sida. Este subgrupo, denominado "la élite de la élite", presenta un sistema inmunitario mucho menos activado que el del resto de pacientes y podría tener la llave del control natural de la infección.
El estudio revela que los bebés con madres portadoras del VIH que no han contraído la enfermedad nacen con niveles más bajos de anticuerpos para luchar contra algunas infecciones
Los recién nacidos sanos con madres enfermas de sida registran niveles de anticuerpos más bajos para hacer frente a la tos ferina, el tétanos o el neumococos. Así lo indica una investigación, realizada en Sudáfrica, que explicaría el elevado índice de mortalidad de los niños con madres portadoras del VIH en esta zona.
Ni la bomba más devastadora ni el ejército más sanguinario han conseguido causar tantas bajas en la sociedad como este microorganismo: el virus. Ellos han sido los culpables de las mayores pandemias de la historia y hoy día siguen poniendo en jaque a científicos de todo el mundo.
Los virus han sido los culpables de las mayores pandemias de la historia pasada y reciente.
Con motivo del Día Mundial del Sida, que se celebra mañana, la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín, ha presentado hoy el balance de los nuevos diagnósticos de VIH y sida en España. Según estos datos, en 2009 se notificaron 2.264 nuevos diagnósticos de VIH en las 15 comunidades autónomas (CC AA) que notificaron datos, con una media de edad de 37 años y 20,5% de casos en mujeres.
Las variaciones ínfimas en una proteína podrían estar detrás de la extraña capacidad que tienen algunas personas para controlar la infección por VIH sin necesidad de medicación. Así lo indica un estudio, publicado en el último número de la revista Science, que revela cómo dichas variaciones repercuten en la efectividad de la respuesta inmunitaria.
¿Qué pueden hacer los países en vías de desarrollo para cambiar la historia epidémica del sida en las próximas décadas? ¿Cuánto costará prevenir nuevas infecciones y ampliar el acceso al tratamiento? ¿Qué países desarrollarán sus propias iniciativas y cuáles dependerán de la ayuda internacional? Las respuestas a estas incógnitas, publicadas esta semana en la revista The Lancet, no parecen optimistas para los países con menores recursos económicos y más carga de la enfermedad.
Viriones de VIH-1 ensamblándose en la superficie de un linfocito.