El equipo de coordinación de trasplantes del hospital La Fe de Valencia, junto con la Unidad de Trasplante Hepático y la Unidad de Terapia Celular, han obtenido por primera vez la donación de un hígado de recién nacido. El objetivo es extraer las células neonatales y trasplantarlas a otros hígados para recuperar su función hepática.
España registró en 2010 un descenso en el número de donaciones. Frente a los 34,4 donantes por millón de habitantes (p.m.p.) de 2009, el pasado año la cifra descendió a 32 p.m.p., lo que equivale a 1.502 donaciones. A pesar de estos datos, el país se mantiene un año más líder mundial en trasplantes con 3.773 intervenciones.
Adoptar ciertas medidas para la preservación de los pulmones después de que se produzca la muerte cerebral de donantes potenciales de órganos casi duplica el número de pulmones válidos para la donación, en comparación con los resultados obtenidos con los métodos tradicionales.
Este año, la tasa de donación de la Unión Europea (UE) de los 27 se eleva ligeramente (18.3 donantes por millón de población), aunque sigue sin cubrir más del 55% de las necesidades de órganos en Europa. A 31 de diciembre de 2009, cerca de 65.000 pacientes estaban en lista de espera para recibir un trasplante. España mantiene un año más la mejor nota al efectuarse el 17,5% de todas las donaciones de la UE.
Un equipo internacional de investigadores ha demostrado que las córneas biosintéticas pueden regenerar y reparar el tejido ocular dañado, así como restablecer la visión en los seres humanos. Estos resultados tan optimistas, publicados hoy en la revista Science Translational Medicine, pertenecen a un ensayo clínico de fase temprana que, de momento, cuenta sólo con diez pacientes.
Trasplante de córnea un año después, en el que se pueden observar los dos puntos.
Un equipo de científicos de la universidades de Yale y Durham (EE UU) ha desarmado un pulmón de rata y lo ha reconstruido con nuevas células para crear un pulmón funcional. Además, otro equipo de la Escuela Médica de Harvard, la Universidad de Harvard, y el Hospital Infantil Ingber de Boston ha creado un minipulmón del tamaño de una moneda con el que probar la toxicidad de los productos químicos.