Las autoridades chinas han dado el visto bueno para que comiencen los ensayos en fase 1, en la que se prueba la seguridad en personas, de una vacuna experimental contra el COVID-19. Mientras, continúa la carrera mundial por desarrollar una solución contra esta epidemia que ha matado a más de 8.000 personas en todo el mundo.
Las medidas de control para superar la pandemia de COVID-19 afectan a unos y a otros sectores de población de manera radicalmente distinta. En la actual situación, casi distópica, se muestran con más claridad algunos determinantes sociales de la salud.
El Instituto de Salud Carlos III recibirá 25,2 millones de euros y el Centro Nacional de Biotecnología del CSIC obtendrá 4,5 millones para estudiar el nuevo coronavirus y trabajar en el desarrollo de vacunas.
Esta semana, hospitales de Madrid, Barcelona y País Vasco han empezado dos estudios para tratar a los pacientes más graves por COVID-19 e intentar frenar los contagios con medicamentos que ya existen en el mercado, pero que se utilizan para tratar otras infecciones como el VIH o la malaria.
Dos estudios publicados en Science emplean modelos matemáticos para analizar el papel que jugaron los contagiados con síntomas leves en la difusión del COVID-19 y el efecto de las restricciones al movimiento en la ciudad china de Wuhan durante los primeros días del brote. Según uno de los autores, “no sería irracional pensar que nos acercamos al millón de infecciones” en todo el mundo.
El mayor experto español en coronavirus, el virólogo Luis Enjuanes, no para. Desde su laboratorio en el Centro Nacional de Biotecnología, del CSIC, trabaja para lograr, en el menor tiempo posible, una vacuna que frene la epidemia de COVID-19.
El análisis de la primera secuencia del genoma del nuevo coronavirus aislado de un paciente español revela que muta menos que el de la gripe común, pero aún no da información sobre si están cambiando la agresividad, la virulencia o los patrones de transmisión.
Un equipo español ha demostrado in vitro que el fármaco plitidepsina bloquea la multiplicación del coronavirus humano HCoV-229E. Probarán ahora la eficacia del fármaco contra un coronavirus SARS, similar al nuevo que causa la enfermedad COVID-19.
Hemos convivido durante semanas con estados binarios superpuestos. ¿Crónica alarmista o informativa? Saludo sin beso, ¿es precaución o exageración? Hasta ahora la incertidumbre del COVID-19 se toreaba con acusaciones ─¡exagerado! ¡irresponsable! ─. Ahora toma las riendas la declaración del estado de alarma, cual intento de intercepción de una conexión cuántica.
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha respondido en los medios sociales a las preguntas de la ciudadanía sobre el coronavirus SARS-Cov-2.