Investigadores del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera han comprobado las propiedades de este extracto para usarlo como sustituto del sulfuroso. Este aditivo, el más utilizado en la elaboración y conservación del vino, se distingue, según los expertos, por su capacidad antioxidante y antimicrobiana, pero también por sus posibles efectos negativos sobre la salud.
Un nuevo estudio analiza cómo influye el consumo moderado de alcohol en los patrones dietéticos de los jóvenes. La investigación identifica que los consumidores de vino o cerveza tenían un punto más en el indicador de adherencia a la dieta mediterránea que los no consumidores o aquellos que tomaban todo tipo de bebida alcohólica.
Investigadores de la Universidad de Cádiz han identificado un microorganismo que fermenta a temperaturas inferiores a las habituales. Se ha detectado por primera vez en las fermentaciones de la región vinícola de Ribera del Duero, por lo que se puede aplicar a los aromas de sus vinos. El proceso afecta a la producción de ciertos compuestos relacionados con el aroma y abre la puerta a la elaboración de vinos a la carta.
Científicos españoles han conseguido desarrollar un nuevo tipo de vino con hasta cuatro grados menos de alcohol sin que varíe su equilibrio sensorial. El método empleado consiste en el empleo de levaduras no convencionales que respiran parte del azúcar de la uva gracias a un aporte controlado de oxígeno.
Investigadores de la Universidad de Cádiz han diseñado una nueva metodología que permite a los enólogos disponer de información sobre el contenido de aminoácidos de las uvas, compuestos importantes en la fermentación alcohólica y que influyen en la calidad del vino.
El centro de investigación vasco BCBL lidera el primer estudio que analiza la respuesta de la función cerebral al consumo de vino. La investigación, publicada en Plos One y en el que ha colaborado el Basque Culinary Center, busca tender puentes entre la producción vitivinícola y el conocimiento científico.
La metodología, desarrollada por investigadores de la Universidad de Córdoba, permitirá modificar los microorganismos que participan en la formación del velo de flor, un proceso natural y espontáneo propio de los vinos jerezanos y de Montilla-Moriles (Córdoba). Gracias a esta técnica, los investigadores pretenden mejorar propiedades como el aroma, el sabor o el color de estos vinos.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid y del Centro de Investigación Forestal (CIFOR-INIA) proponen una nueva técnica de envejecimiento de vinos basada en el empleo combinado de nuevas maderas y paredes de levaduras. El avance abre una nueva vía para el uso de barricas de maderas diferentes a las empleadas hasta ahora.
Neiker-Tecnalia, en coordinación con las empresas consultoras HAZI Fundazioa (desarrollo rural, litoral y alimentario) e IK Ingeniería (ecodiseño e innovación ambiental de productos y servicios), ha desarrollado un software para la producción hortícola, vitivinícola y la de remolacha azucarera que permite analizar el ciclo de vida de los productos y su huella de carbono e hídrica, entre otras utilidades.
Científicos del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación han logrado caracterizar 11 bacterias de origen enológico con potenciales propiedades probióticas. El trabajo abre nuevas oportunidades para seleccionar microorganismos con la capacidad de mejorar la fermentación en el proceso de vinificación, y ofrecer además beneficios nutricionales.