El aceite de fritura sirve para producir biodiésel pero solo si tiene unos estándares de calidad, el biofuel obtenido cumple con la normativa europea y puede utilizarse como combustible de vehículos diésel. Científicos de la Universidad Complutense de Madrid han averiguado cuándo se consigue esta pureza: cuando la acidez del aceite de fritura no supera el 2%.
Investigadores del Instituto de Formación Agraria y Pesquera de Jaén han detectado un incremento en los niveles de acidez, oxidación, defectos sensoriales y compuestos indicadores del grado de deterioro de la aceituna en aceites elaborados con mezcla de ambos frutos. Los expertos recomiendan separar las aceitunas durante los procesos de recolección y extracción en la almazara.
Investigadores del centro tecnológico AINIA han creado un método que permite clasificar el aceite de oliva de las almazaras de manera automática y no invasiva. Gracias a la aplicación de tecnologías de espectroscopía visible e infrarrojo cercano se puede diferenciar aceites de oliva de los tipos virgen extra, virgen y lampante durante los procesos de recepción, clasificación y control de este producto.
Los lubricantes se suelen producir con aceites minerales y espesantes metálicos, pero ahora científicos de la Universidad de Huelva han desarrollado uno más ecológico. El nuevo lubricante se basa en una mezcla alternativa de aceites de girasol y otras sustancias que no son nocivas para la salud ni el medio ambiente.
La Universidad de Navarra ha liderado un estudio a gran escala sobre cómo la dieta mediterránea reduce hasta en dos tercios el riesgo de desarrollar cáncer de mama. El trabajo, que ofrece por primera vez resultados cuantificables, se realizó en una muestra de cerca de 4.300 mujeres.
Investigadores del Instituto de la Grasa y la Universidad de Sevilla descubren un nuevo ácido en el alperujo –un residuo de la extracción de aceite de oliva– tras la aplicación de un tratamiento térmico patentado que incrementa la concentración de compuestos beneficiosos en este subproducto. Se trata de un método económico y eficaz de separación entre las fases del alperujo que enriquece cada una de ellas en compuestos bioactivos de interés.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid demuestran que las plantaciones de olivares en forma de seto son altamente productivas cuando la orientación de las filas y su distancia permiten maximizar la radiación solar interceptada.
Investigadores de la Universidad de Jaén han comprobado en laboratorio que los carotenoides, moléculas antioxidantes que se encuentran en los microorganismos marinos, evitan el deterioro de los ácidos grasos del aceite impidiendo que este se ponga rancio y alargando así su fecha de consumo. El nuevo estudio, publicado en Food Chemistry, demuestra que el aceite de oliva podría aguantar más de un año en buenas condiciones.
Un estudio de la Universidad de Jaén analiza por primera vez los efectos beneficiosos del ácido maslínico, un compuesto del aceite de oliva virgen, en las células del sistema inmune denominadas macrófagos. Estas células están implicadas en la respuesta inflamatoria que se produce en algunos tipos de cáncer.
Investigadores andaluces del instituto IFAPA han reutilizado un ubproducto de las almazaras, el alperujo, para incrementar la calidad de los suelos y la producción de aceite hasta un 8%. Se trata de una alternativa sostenible al sistema de fertilización en olivar.