Instalación de los mesocosmos en Taliarte (Gran Canaria) gracias al buque oceanográfico alemán Poseidón. Foto: Ulf Riebesell.
Mesocosmos instalados en aguas de Taliarte (Gran Canaria) cerca de las instalaciones de la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN). Fotos PLOCAN.
Jorge Luis Valdés Santurio / SINC
Con más de 30 años de experiencia en la ecología marina, el cambio climático y la investigación, Jorge Luis Valdés Santurio es ahora jefe de la Sección de Ciencias Oceánicas de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO. Además, fue director del Centro Oceanográfico de Gijón. Ha participado en una sesión científica durante la cumbre del clima de Varsovia (Polonia).
Las protestas han marcado el inicio de esta segunda semana en la Conferencia de las Partes de Varsovia. Activistas de varias organizaciones se han manifestado este lunes en contra de la celebración paralela de la Cumbre Mundial del Carbón en la capital polaca. Entre el miércoles y el jueves varios ministros, incluido el español Miguel Arias Cañete, se unirán a las negociaciones.
Un informe internacional, que se presentará el próximo 18 de noviembre en las negociaciones climáticas que tienen lugar en Varsovia (Polonia) en el marco de la XIX Conferencia de las Partes sobre cambio climático, concluye que la acidez de los océanos del mundo podría aumentar en alrededor de un 170% a finales de siglo. Las personas que dependen de los ecosistemas marinos –a menudo localizados en países en desarrollo– son especialmente vulnerables a este fenómeno.
Un equipo de investigadores internacionales, coordinado por Patrizia Ziveri, de la Universidad Autónoma de Barcelona, acaba de regresar de un crucero científico por el Mediterráneo para realizar un sondeo de las condiciones actuales del mar en relación con las elevadas concentraciones de CO2 atmosféricas, así como para detectar otros impactos antropogénicos en el océano, como la distribución de microplásticos.
Los científicos desconocían cómo la acidez creciente del océano afecta al mejillón de California (Mytilus californianus). Ahora, un equipo de científicos estadounidenses demuestra en The Journal of Experimental Biology que con la caída del pH del agua, las larvas de mejillón se debilitan y se vuelven más pequeñas.
El aumento de las emisiones de CO2 empeorará la situación de los mares y océanos y el impacto sobre la seguridad alimentaria podría ser más complejo de lo que se pensaba. Así lo ha revelado un nuevo informe del Programa de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente (PNUMA) durante la XVI Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Cancún (México).