Una obra en construcción preservada por la erupción del Vesubio, con herramientas y pilas de materiales intactos, ha permitido a investigadores del MIT desvelar la receta romana del hormigón. El análisis indica que su composición, basada en la llamada ‘mezcla en caliente’, le otorgaba propiedades autorreparadoras, lo que explica que puentes, acueductos y otras estructuras sigan en piel miles de años después.