En principio no hay ningún límite a lo grande o pequeño que puede ser un agujero negro, porque su tamaño es proporcional a su masa. Ésta es una de las cosas que John F. Hawley, un especialista en las simulaciones de agujeros negros, comparte con SINC. Hay muchas más. El experto siempre trabaja en simulaciones por ordenador y nunca ha intentado hacer un trabajo observacional. Es un teórico puro.
Esta impresión artística muestra cómo los chorros de agujeros negros súper masivos podrían formar galaxias.
Es holandés y trabaja en el Instituto de Astrofísica de la Max Planck Society en Garching (Munich) desde hace 30 años. Explica que cuando se incorporó al mercado laboral no había trabajo en Holanda, y destaca que le gusta mucho combinar el trabajo teórico con el observacional. Los últimos años ha viajado con frecuencia a La Palma para observar con el Telescopio Solar Sueco.
El investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Giovanni Miniutti ha participado en una investigación internacional en la que se ha detectado de forma inequívoca la emisión de rayos X de la región más próxima a un agujero negro observada hasta el momento. El agujero negro está ubicado a 540 millones de años luz de la Tierra, en la galaxia 1H0707-495. Los resultados de la investigación aparecerán publicados en el próximo número de Nature.
Observan cómo el agujero negro de la Vía Láctea tritura la materia a su alrededor
Un equipo internacional con participación del CSIC ha observado qué ocurre en el entorno de SgrA* (Sagittarius A*), el agujero negro supermasivo que, con una masa cuatro millones de veces mayor que la del Sol, sigue devorando materia en el centro de la galaxia. Los investigadores, con los telescopios VLT y APEX, han detectado intensas fulguraciones producto del desgarramiento de las nubes de gas que giran a gran velocidad en torno al agujero antes de caer en él.
Producción y decaimiento de un agujero negro en ATLAS