Un nuevo estudio analiza cómo influye el consumo moderado de alcohol en los patrones dietéticos de los jóvenes. La investigación identifica que los consumidores de vino o cerveza tenían un punto más en el indicador de adherencia a la dieta mediterránea que los no consumidores o aquellos que tomaban todo tipo de bebida alcohólica.
El consumo de alcohol de una población se puede medir por la presencia en aguas residuales de un metabolito que se excreta por la orina: el etilo sulfato. Investigadores de la Universidad de Valencia han usado esta técnica para comprobar que el consumo de alcohol se incrementa un 400% los tres últimos días de Fallas, y que el 19 de marzo, día de la Cremà, logra un pico de hasta seis veces más de los valores habituales.
La relación nociva entre alcohol y cáncer no es nueva. Ahora, un trabajo europeo, en el que han participado cinco centros españoles y más de 300.000 mujeres voluntarias, corrobora que beber alcohol incrementa las probabilidades de sufrir un tumor mamario.
Consumir grandes cantidades de alcohol está considerado como uno de los factores de riesgo para el desarrollo de cáncer. Sin embargo, investigadores estadounidenses, han descubierto que, en las mujeres, un consumo de 15 gramos de alcohol al día (aproximadamente lo que contiene una copa de vino o una lata de cerveza), aumenta las posibilidades de sufrir esta enfermedad. Para los hombres, el riesgo de cáncer se eleva si toman 30 gramos de alcohol al día y si, además, son fumadores.
Beber alcohol en exceso en los ratos de ocio, como se hace en los botellones, afecta a las conexiones cerebrales de los adolescentes. Así lo revela un estudio pionero que cuenta con la participación de la Universidad Complutense de Madrid. Estas alteraciones podrían provocar dificultades en la atención y velocidad del procesamiento, problemas de memoria y conductas impulsivas en los jóvenes.
Científicos españoles han conseguido desarrollar un nuevo tipo de vino con hasta cuatro grados menos de alcohol sin que varíe su equilibrio sensorial. El método empleado consiste en el empleo de levaduras no convencionales que respiran parte del azúcar de la uva gracias a un aporte controlado de oxígeno.
El centro de investigación vasco BCBL lidera el primer estudio que analiza la respuesta de la función cerebral al consumo de vino. La investigación, publicada en Plos One y en el que ha colaborado el Basque Culinary Center, busca tender puentes entre la producción vitivinícola y el conocimiento científico.
Ramón Bataller, experto en hepatología de la Universidad de Carolina del Norte, alertó durante una conferencia en el Centro de Investigación Médica Aplicada de la Universidad de Navarra del estigma que sufren las personas que padecen patologías de origen alcohólico y de la necesidad de instaurar medidas de detección precoz.
Un estudio publicado en la revista Alcoholism: Clinical & Experimental Research relaciona las variaciones genéticas en los receptores del sabor amargo y del calor con la predisposición a ingerir alcohol. Futuras investigaciones podrían evaluar si estas variantes están vinculadas con el consumo.
Si los progenitores consumen alcohol, es más probable que sus hijos conduzcan bajo sus efectos. Esta es una de las conclusiones extraídas de un nuevo estudio que analiza los datos de más de 30.000 estudiantes y su relación con la bebida y la conducción. Los resultados se publican en la revista Adicciones.