Una investigación realizada en la Universidad de Granada demuestra que los residuos que se obtienen del olivo durante el proceso de extracción del aceite pueden servir para eliminar los metales pesados de las aguas residuales o de desecho de actividades productivas. La industria del olivar produce estos subproductos en grandes cantidades en Andalucía y sus costes son muy bajos o nulos, llegando a generar, en muchas ocasiones, problemas para su gestión.
Científicos de la Universidad de Granada han descubierto que el ácido maslínico, presente en la hoja y cera de la piel de la aceituna, actúa sobre las células tumorales controlando sus alteraciones en los procesos de crecimiento. En la actualidad, la única planta de producción semi-industrial de esta sustancia a nivel semi-industrial que hay en todo el mundo se encuentra en la Facultad de Ciencias de la UGR.