Investigadores del Instituto de la Grasa y la Universidad de Sevilla descubren un nuevo ácido en el alperujo –un residuo de la extracción de aceite de oliva– tras la aplicación de un tratamiento térmico patentado que incrementa la concentración de compuestos beneficiosos en este subproducto. Se trata de un método económico y eficaz de separación entre las fases del alperujo que enriquece cada una de ellas en compuestos bioactivos de interés.
Investigadores andaluces del instituto IFAPA han reutilizado un ubproducto de las almazaras, el alperujo, para incrementar la calidad de los suelos y la producción de aceite hasta un 8%. Se trata de una alternativa sostenible al sistema de fertilización en olivar.
El centro tecnológico vasco Neiker-Tecnalia, en colaboración con la Facultad de Farmacia de la UPV/EHU, ha demostrado el interés del aporte de alperujo como suplemento en la dieta de las ovejas lecheras para los periodos en los que no hay pasto. Los análisis realizados muestran que las ovejas alimentadas con alperujo (subproducto que se obtiene de la aceituna tras ser molida y prensada) producen leche con características más saludables, ya que presenta una gran concentración de ácidos grasos insaturados, superior a la producida por los mismos animales antes de alimentarse con este subproducto. Por tanto, el alperujo se muestra como un complemento alimenticio interesante para este tipo de ganado.
Ovejas lecheras en Llera (Badajoz).
España es la principal productora mundial de aceite de oliva, y porporciona cada año un tercio mundial al mercado, pero cerca de un 80% de la aceituna que se procesa se convierte en un subproducto llamado 'alperujo', cuya acumulación es un problema para las almazaras, los lugares donde se exprime la aceituna. Ahora un grupo de investigadores españoles ha comprobado que este orujo podría ser utilizado en la alimentación de pequeños rumiantes.
Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha demostrado que al aplicar alperujo, uno de los residuos de la producción de aceite de oliva, a suelos contaminados con tricloroetileno se consigue una notable reducción del contaminante. El estudio supone a la vez una solución para la gestión del alperujo y para el tratamiento de suelos contaminados con hidrocarburos. La investigación aparece publicada en la revista Environmental Science & Pollution Research.