El pingüino de ojo amarillo habita en un área tan limitada, al sureste de Nueva Zelanda, que se le considerada el pingüino más raro. Ahora, un estudio revela que las capturas accidentales en las redes de pesca amenazan aún más a estas aves, protagonistas de #Cienciaalobestia.
Un tigre de Sumatra macho vigila sus dominios desde las montañas del Bukit Barisan Selatan National Park. / Matthew Scott Luskin
Entre 0,4 y 2,1 millones de aves silvestres mueren por prácticas ilegales cada año en el norte y centro de Europa, y en la región del Cáucaso, según un nuevo informe que completa la panorámica de la mortandad en esta zona. En la región mediterránea la cifra asciende a 25 millones de pájaros cada año, y en España mueren entre 103.000 y 405.000 individuos.
Jaguares, pumas, leopardos tigres, ocelotes y perros venaderos se encuentran cada vez más amenazados por la fragmentación de su hábitat provocada por el ser humano en el norte de Argentina. Un equipo de científicos, con la ayuda de perros rastreadores –protagonistas de #Cienciaalobestia–, está desarrollando un plan para crear un corredor biológico y ayudar a estas especies.
Un mes después del incendio en el Parque Natural de Doñana en Huelva, la organización SEO/BirdLife revela en un informe que la pérdida de biodiversidad ha afectado a los 38 mamíferos característicos del parque como el lince ibérico, y a más de 70 especies de aves como el águila imperial ibérica. Además, se han visto afectadas 40 clases de plantas, algunas cuya supervivencia se ve gravemente amenazada tras el incendio.
Más de la mitad de las especies de plantas amenazadas en España carece actualmente de garantías suficientes de conservación in situ. Así lo revela un estudio liderado por la Universidad Autónoma de Madrid que demuestra que el país está lejos de alcanzar los objetivos de la Estrategia Global de Conservación Vegetal fijados para 2020.
A la caza ilegal, que acecha al rinoceronte de Java, uno de los mamíferos más amenazados del mundo, se unen otros peligros como la actividad volcánica y el riesgo de tsunami en la isla indonesia, según un nuevo estudio. Los científicos proponen establecer nuevas poblaciones de estos animales, protagonistas de #Cienciaalobestia, lejos de las zonas donde pueden ocurrir catástrofes naturales.
Habituarse a los depredadores o escaparse y usar refugios son tácticas que varían entre especies. Científicos de dos centros de investigación de Italia y España han observado que los machos adultos de lagartija roquera que conviven con humanos se acostumbran a ellos y se refugian cada vez menos cuando estos se aproximan. Las lagartijas que tienen tonalidades amarillas son las más ‘kamikazes’.
Los efectos de un temporal intenso cada 25 años podrían hacer desaparecer las poblaciones del alga marina Cystoseira zosteroides –una especie endémica del Mediterráneo de gran valor ecológico para la biodiversidad del bentos marino–, según revela un nuevo estudio. Esta especie de alga es una de las más sensibles a los impactos medioambientales y antropogénicos en el Mediterráneo.
Un índice, basado en la diversidad y abundancia de rasgos de las especies para responder ante amenazas, permite medir la capacidad de un bosque para hacer frente a perturbaciones naturales, ya sean incendios, sequías o derribos por viento. Al aplicarlo en los distintos tipos de bosques de la península ibérica, los científicos observaron que los bosques mixtos y los formados por especies no nativas resisten mejor que otras formaciones forestales.