La Universidad Jaume I de Castellón y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas han patentado nuevas sustancias con una potente actividad anticancerígena en células tumorales, especialmente en cánceres de mama y colon. Presentan una toxicidad muy baja en células sanas, lo que puede disminuir de manera significativa los efectos secundarios durante el tratamiento de quimioterapia.