El estudio llevado a cabo por el Centro de Investigación Cardiovascular (CSIC-ICCC) de Barcelona demuestra que los receptores de la esfingosina 1 fosfato (S1P) tienen un papel esencial en los potenciales efectos cardioprotectores de las lipoproteínas de alta densidad (HDL en sus siglas en inglés, conocido como 'colesterol bueno'), asociados al aumento de prostaciclina en células vasculares. Estos resultados amplían las posibles dianas terapéuticas a tener en cuenta a la hora de favorecer la protección vascular.
El Centro de Investigación Cardiovascular de Barcelona (CSIC-ICCC) y elMount Sinai School of Medicinede Nueva York han demostrado que la administración de la Apolipoproteína A-IMilano (ApoA-IM) es capaz de revertir, a corto plazo, las lesiones ateroscleróticas ya establecidas, y por tanto podría reducir así la aparición de nuevos episodios isquémicos después de un infarto. La administración de ApoA-IM junto con la terapia farmacológica convencional (por ejemplo estatinas) podría suponer una mejora en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares de origen aterosclerótico.
Un equipo internacional de investigadores, con participación del Centro de Investigación Cardiovascular de Barcelona (CSIC-ICCC), ha descrito una posible vía de señalización implicada en el aumento de microcalcificaciones vasculares que se producen después de la menopausia. Estos acúmulos son la explicación de la morbilidad asociada a la ateroesclerosis y osteoporosis que padecen las mujeres en este periodo de su vida. Los resultados publicados este mes en la revista European Journal of Clinical Investigation.