Los hábitats de alta montaña tienen cosas en común con los de las islas. Las poblaciones que se han establecido allí y se han adaptado a sus condiciones climáticas a lo largo del tiempo tienen dificultades para colonizar nuevos espacios, ya que las zonas bajas son una barrera, como el océano para las especies terrestres de las islas. Seguimos a las aves alpinas de Picos de Europa, la formación caliza con tres macizos en el corazón de la Cordillera Cantábrica.