Un equipo internacional de científicos, entre los que se encuentran investigadores de la UNED, ha hallado pequeños crustáceos en la Cueva de Nerja (Málaga), datados entre hace 14.500 y 13.500 años. Estos seres, denominados balanos, habitan en la piel de las ballenas por lo que los científicos deducen que se trata de la prueba más antigua del consumo de cetáceos en la Prehistoria europea.