El cambio climático y la actividad agraria están aumentando la salinidad en los sistemas acuáticos del Mediterráneo. Un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas indica que los insectos acuáticos de Doñana, que tienen un papel regulador del ecosistema, muestran menos tolerancia a la salinidad y experimentan tasas más bajas de supervivencia y fecundidad.