Los niños disléxicos que aprenden a la vez un idioma que se pronuncia como se escribe –como el castellano– y una segunda lengua en la que la misma letra puede tener varios sonidos –como el inglés– sufren menos esta alteración cuando leen o escriben en este último idioma. Los autores del centro de investigación vasco BCBL advierten de que no se trata de ninguna cura, solo se han disminuido algunos de los síntomas.
Una investigación de las universidades de Córdoba y Pablo de Olavide muestra beneficios de la enseñanza bilingüe en francés. En un trabajo con estudiantes bilingües en francés en Andalucía se ha observado que este colectivo mejora tanto sus capacidades lingüísticas como las habilidades apropiadas en el terreno académico en general, como la discursiva, la argumental o la de enumeración, respecto al alumnado monolingüe.
Un equipo de científicos ha analizado las diferencias en el cerebro de las personas bilingües y monolingües. Una de las conclusiones a las que se ha llegado es que, aunque no hay diferencias cuando escuchan su idioma materno, sí cuando lo hablan. Las conclusiones se publican en la revista Brain & Language.
Los individuos que aprenden inglés como segundo idioma desarrollan una estructura de la materia blanca del cerebro similar a la de los bilingües. Los resultados indican que tanto unos como otros mejoran la cobertura de mielina, la responsable de garantizar la transmisión de conocimiento. Estos beneficios pueden darse hasta en edades adultas –independientemente del uso continuado de la lengua–.
Un nuevo estudio sugiere que la enfermedad de Parkinson, ya desde sus primeros estadios, afecta a la capacidad de gestionar en las personas bilingües las dos lenguas, lo que dificulta los cambios y la gestión de la interferencia de la lengua que no está en uso.
El inglés es el idioma ‘oficial’ de la comunidad científica. Sin embargo, esta situación monolingüista genera mucha controversia entre los investigadores. Así opina el investigador del CSIC José Antonio Berenguer Sánchez (Alicante, 1960), experto en el estudio del lenguaje, que, en los últimos días, ha sido nombrado presidente de la Sociedad Española de Lingüística (SEL).
El estudio desarrollado por el grupo de investigación de la universidad pública de Castellón, en el que también han participado dos profesores de la Universitat Pompeu Fabra, ha puesto de manifiesto que las personas bilingües utilizan el lóbulo frontal inferior izquierdo, el área de Broca, para responder estímulos donde se realizan funciones ejecutivas (como ordenar formas por color o forma), mientras que las personas monolingües utilizan la parte derecha para responder los mismos estímulos.
Un laboratorio para estudiar el bilingüismo
Un laboratorio para estudiar el bilingüismo