El científico japonés que contribuyó al desarrolló de las estatinas, un conjunto de fármacos utilizados por millones de personas para reducir sus niveles de colesterol, ha fallecido a los 90 años.
Una investigación del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de EE UU, liderada por la española Anabel Fernández Mariño, ha caracterizado una mutación que inactiva el canal de potasio Kv2.1 en la membrana de las neuronas, ofreciendo pistas sobre los mecanismos que causan esta enfermedad.
El jurado destaca la contribución de estos tres científicos a los enfoques que reconocen el papel imprescindible de las comunidades de microorganismos en la vida sobre la Tierra. Gordon es un investigador pionero en el estudio del microbioma humano, mientras Bassler y Greenberg han demostrado la importancia de la comunicación entre bacterias y su papel en las infecciones.
El consumo de estos frutos secos tiene un papel fundamental en el desarrollo del cerebro, sobre todo en la adolescencia, según un estudio del Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili y de ISGlobal. Los investigadores han constatado efectos beneficiosos como el aumento de la capacidad de atención.
El científico Santiago Grisolía, reconocido por sus estudios sobre el ciclo de la urea y como promotor de los premios de investigación Rei Jaume I, ha fallecido este jueves en Valencia a los 99 años. Este discípulo del nobel Severo Ochoa también fue el impulsor de la primera Conferencia Internacional sobre el Genoma Humano.
Esther Lederberg, otra mujer a las puertas del Nobel. / Wearbeard
Científicos de la Universidad de Córdoba han combinado algas y bacterias para producir biohidrógeno. La unión del alga verde unicelular y la bacteria Escherichia coli les ha permitido obtener un 60 % más de producción de este combustible del futuro. Esta fusión también podría usarse en residuos industriales y aguas contaminadas para aumentar la producción a la vez que descontaminar.
Un equipo científico español ha creado un procedimiento para buscar elementos antiguos en el ARN actual y comprender las primeras fases de la vida tal y como la conocemos. Los resultados podrían contribuir en la investigación de virus patógenos como el de la hepatitis C.
Recibió el Nobel de Química en 1993 por el desarrollo de la PCR, la técnica de replicación de ADN que se utiliza desde hace más de 25 años para hacer test de paternidad, identificar cadáveres y detectar enfermedades. Desde entonces Mullis ha hecho todo lo posible por alejarse del estereotipo del académico sensato. Un año después de ganar el premio vino a España a un congreso. Dos jóvenes estudiantes que le hicieron de guía nos cuentan cómo fue la experiencia.