Los moluscos bivalvos como ostras, vieiras o mejillones han filtrado el agua y alimentado a los humanos durante milenios. Un estudio, liderado por Instituto Smithsoniano de EE UU, explica que los rasgos que los han hecho atractivos para el ser humano también han reducido su riesgo de desaparición. Sin embargo, los científicos advierten que solo una gestión sostenible los preservará para las poblaciones futuras.
Debajo del mar, las células cancerosas pueden comportarse como parásitos en almejas, berberechos o mejillones, protagonistas del #Cienciaalobestia, e infectarlos de un tipo de cáncer transmisible parecido a la leucemia. Un nuevo estudio confirma que esta enfermedad puede propagarse incluso entre diferentes especies de almejas en el Mediterráneo y el Atlántico debido a las actividades humanas.
Vértebra colonizada por los bivalvos.