Ingenieros de la Universidad del País Vasco han analizado la respuesta de las lámparas más eficentes energéticamente debido a las variaciones eléctricas. Los resultados revelan que no son tan inmunes como se pensaba a las fluctuaciones, e incluso, en algunas ocasiones su sensibilidad es mayor que la de las tradicionales bombillas incandescentes.
“La historia del descubrimiento del wolframio podría servir para el guión de una buena película de intriga. Se produjo por circunstancias fortuitas, después de que fracasara un programa de espionaje del Ministerio de la Marina”. Así resume el hallazgo de este metal, aislado en 1783 por Juan José y Fausto Delhuyar, Pascual Román Polo, catedrático de Química Inorgánica de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad del País Vasco y presidente del Grupo Especializado Química, Historia y Sociedad, perteneciente a la Real Sociedad Española de Química.