No es cierto que las mujeres sean incapaces de trabajar largas horas o que no puedan competir en campos altamente selectivos. Tampoco que sean menos analíticas que los hombres. En cambio, están subrepresentadas en aquellos campos académicos –como la física, las matemáticas y la filosofía– cuyos miembros en activo han puesto mucho énfasis en que poseer una mente brillante es inherente a la profesión, según un estudio sobre la brecha de género en el mundo académico que publica la revista Science.