Los brotes como el coronavirus serán más frecuentes en el futuro, por eso Marion Koopmans, jefa del departamento de ciencias víricas del Centro Médico de la Universidad Erasmus en Rotterdam, señala que es necesario afrontar estas enfermedades como un programa Apolo de nuestro tiempo en términos de esfuerzo, tecnología y escala de lo que se requiere.
En las últimas horas, España ha confirmado once nuevos casos por coronavirus –cinco en Canarias, dos en Barcelona, dos en Madrid, uno en Castellón y uno en Sevilla– que se unen a los dos anteriores de Mallorca y La Gomera ya oficialmente recuperados. Desde el Ministerio de Sanidad lanzan un mensaje de confianza: nuestro sistema sanitario está preparado ante el brote.
La OMS declaró ayer por la noche la “emergencia de salud pública de importancia internacional” por la epidemia del nuevo coronavirus 2019-nCoV iniciada hace un mes en Wuhan. El objetivo es frenar la diseminación del virus, sin embargo, el organismo no recomienda limitar los viajes.
Los investigadores del Centro Nacional de Microbiología son los encargados de analizar las muestras intoxicadas para rastrear la procedencia de las cepas de listeria que ya han afectado a más de 200 personas, principalmente en Andalucía.
Las infecciones por sarampión han repuntado. Después de alcanzar en Europa mínimos históricos en 2016, el año pasado se cuadriplicaron los casos con más de 20.000 personas afectadas y 35 muertes. La pérdida del respeto a la enfermedad ha propagado teorías nada científicas que cuestionan la importancia de la vacunación. Pero el virus no descansa.
La llegada de los europeos a América produjo entre los indígenas infecciones difíciles de identificar. Una nueva técnica ha conseguido detectar los genomas de la bacteria de la salmonela en los dientes de varios habitantes de México muertos en el siglo XVI. El llamado brote cocoliztli, que fue devastador en las poblaciones indígenas, pudo tener su origen en la introducción por parte de los europeos de Salmonella enterica.
Investigadores españoles han analizado la prevalencia de leishmaniasis entre la población que recibe un trasplante de órganos. Los resultados confirman que, en zonas de brote de la enfermedad, el riesgo de desarrollar leishmaniasis visceral – la forma más grave, que puede tener complicaciones mortales– es más de cien veces mayor en pacientes trasplantados.
Un nuevo modelo que combina información epidemiológica y búsquedas de Google es capaz de predecir los brotes de gripe una o dos semanas antes que los métodos clínicos tradicionales. El modelo podrá servir para mejorar la toma de decisiones, como la distribución de personal y recursos hospitalarios en regiones que más lo necesiten.