Sardinas, boquerones y caballas desempeñan un papel primordial en los ecosistemas marinos, además de poseer un alto valor comercial. Pero el calentamiento del agua les obliga a desaparecer de los mares donde suelen ser habituales y migrar al norte. Un estudio pionero que ha analizado 57.000 censos de peces en 40 años lo confirma. Los investigadores advierten que los pueblos costeros dependientes de estos recursos pesqueros deberán adaptar sus economías.