Hasta ahora, esta especie había sido confundida con otras muy similares. Ha sido identificada gracias al uso de técnicas moleculares, y se suma a las tres especies de cangrejo ermitaño, una de cangrejo guisante y otra de cangrejo araña también descritas en los últimos seis años en esta zona y por el mismo equipo.
Un equipo científico de la Estación Biológica de Doñana-CSIC alerta de la capacidad de la jaiba para invadir tramos de río situados muy lejos de las desembocaduras. Este crustáceo supone un problema añadido para la anguila europea, una especie que se encontraba ya en situación crítica antes de la invasión.
Las poblaciones del cangrejo de río, autóctono en Europa, están desapareciendo rápida y drásticamente. Por esta razón la especie está protegida. Un equipo de investigadoras de la Universidad Complutense de Madrid ha diseñado una herramienta molecular que identifica, atendiendo a características genéticas, a los ejemplares más adecuados para repoblaciones y reintroducciones y garantizar la supervivencia de estos crustáceos, antaño muy frecuentes en los ríos españoles.
Un equipo de científicos de varios centros españoles confirma el vínculo entre los brotes de tularemia en humanos y las plagas de topillo campesino en Castilla y León. Durante los últimos 18 años, los brotes de esta enfermedad infecciosa en personas y las epidemias de topillos han coincidido en el tiempo y en el espacio, siendo la comarca de Tierra de Campos en esta comunidad autónoma una de las regiones más afectadas.
Un equipo de científicos de la Universidad de Sevilla ha diseñado biomateriales fluorescentes a partir de los caparazones y residuos del cangrejo rojo del Guadalquivir. La fluorescencia de los biomateriales obtenidos los convierte en detectores rápidos y precisos de sustancias contaminantes en procesos de elaboración alimentaria o farmacéutica. Además, resultan útiles para 'iluminar' el interior de las células y hacerlas visibles al microscopio electrónico
Un equipo liderado por científicos de la Universidad de Oxford ha revelado la historia de los cangrejos yeti por primera vez.
Un equipo de investigación del Centro Oceanográfico de Cádiz del Instituto Español de Oceanografía ha descubierto y descrito una nueva especie de cangrejo litódido (Paralomis macphersoni) capturado a 1400 metros de profundidad en aguas de Namibia, durante una campaña oceanográfica a bordo del buque Vizconde de Eza.
El pequeño ostrácodo Ankylocythere sinuosa –de no más de medio milímetro de longitud–, que vive encima de otros cangrejos, ha sido detectado por primera vez en Europa por científicos españoles. El hallazgo sugiere que llegó junto al cangrejo invasor Procambarus clarkii hace 30 años, pero aún se desconoce si podría invadir a otras especies de crustáceos, y si beneficia o perjudica la expansión del ya establecido cangrejo de río americano.
A pesar de que la fauna marina europea es la más conocida, aún quedan nuevas especies por descubrir. Es el caso de Uroptychus cartesi, un cangrejo de entre cinco y siete centímetros hallado a más de 1.400 metros de profundidad en las montañas submarinas frente a las costas de Galicia. Su pariente más cercano se encuentra en el Mar Caribe.
Dyspanopeus sayi, originalmente endémico de la costa atlántica norteamericana, se ha introducido de forma involuntaria en los últimos 30 años en Reino Unido, Francia, Holanda, el Mar Negro y el Adriático. Un estudio demuestra que en los últimos años este cangrejo marino se ha establecido también en el Mediterráneo occidental.