Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) identifican, mediante imágenes nocturnas de Madrid tomadas desde la Estación Espacial Internacional (ISS), los puntos negros de contaminación lumínica de la ciudad. Con la celebración el próximo 31 de marzo de la Hora del Planeta, las autoridades podrían empezar a exigir que se reduzca la excesiva iluminación que no debería observarse desde el espacio.
Una investigación estadounidense revela que los aviones, cuando atraviesan nubes con agua líquida por debajo del punto de congelación, favorecen la creación de cristales de hielo que se transforman en nieve. Según los expertos, este fenómeno podría aumentar las nevadas en los grandes aeropuertos, aunque, en principio, no influye en el clima global.
Recreación artística del quásar observado.
David Campbell con su cámara "All-Sky".
La Unión Astronómica Internacional (IAU) ha ratificado en su XXVII Asamblea General los principios de la Declaración Starlight, adoptada en abril de 2007 en la isla de La Palma. La resolución fue aprobada por unanimidad en Brasil y simboliza un paso más en la lucha por la defensa del cielo nocturno y el derecho a observar las estrellas. Además, este hecho supone un importante hito en relación a los objetivos trazados por el Instituto de Astrofísica de Canarias en el presente Año Internacional de la Astronomía 2009.
Un grupo de investigación rastrea el pasado en busca de lazos de unión entre el Cosmos y las civilizaciones antiguas. Este apasionante trabajo desvela el distanciamiento del cielo que la sociedad actual tiene con respecto a sus antepasados.
Los medios con los que cuentan no son los mejores, su tiempo libre escasea la mayoría de las veces y el instrumental con el que cuentan es bastante pobre, pero su paciencia no se agota. Afirman que pocas aficiones pueden llenar tanto como la de observar el cielo. Cierto o no, la verdad es que muchos de los descubrimientos sobre el espacio han sido realizados por aquellos que sienten pasión por el Universo, sin dedicarse profesionalmente a ello. Ellos han aportado su granito de arena y han conseguido pequeños logros para el avance de esta ciencia.
Al caer la noche la sensación generalizada suele ser que cuanta más luz, mejor. Más seguridad vial, más sensación de tranquilidad para el ciudadano y más bellos se ven los edificios importantes. Pero en esa carrera por iluminar cada vez más se pierde, entre otras cosas, la posibilidad de contemplar el paisaje el firmamento nocturno, declarado por la Unesco patrimonio de las generaciones futuras. Desde el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) lo saben bien, y con el fin de garantizar la actividad investigadora y, en especial, preservar la calidad astronómica de sus observatorios, mañana 31 de octubre se cumplen 20 años desde que el Parlamento Español aprobó la Ley sobre la Protección de la Calidad Astronómica de los Observatorios del IAC.
El derroche de energía que las grandes urbes producen para alumbrar sus calles, más que iluminar encandila a la ciudadanía impidiéndoles disfrutar del cielo nocturno y de sus estrellas. Varias iniciativas y proyectos han buscado luchar contra la contaminación lumínica a raíz de que el 31 de octubre de 1988 naciera la Ley del Cielo de Canarias. 20 años después, la situación parece haber cambiado, aunque no lo suficiente.