La encuesta Tabaco, otras formas de consumo y confinamiento muestra como un 81,52 % de los participantes es consciente del mayor riesgo que tiene fumar con el agravamiento de los síntomas por COVID-19. Los resultados revelan que un 6,73 % de los fumadores ha dejado el hábito y un 5,98 % ha reducido su consumo estos meses.
El conocido como “humo de tercera mano”, adherido a la piel o a la ropa, es el responsable de los elevados niveles de nicotina que presentan los bebés que comparten habitación con padres fumadores. Así se desprende de un estudio realizado en Cataluña, que además revela que ventilar las habitaciones no resulta efectivo para reducir la concentración de tóxicos del tabaquismo pasivo.