Desde su nombramiento como Ministro de Finanzas del gobierno griego y su participación en las negociaciones con la Comisión Europea, Yanis Varoufakis, para unos héroe, para otros villano, ha sido protagonista de portadas y noticiarios globalmente. Su origen académico y, más específicamente, su interés por la teoría de juegos han hecho que numerosos artículos y noticias inquiriesen sobre si Varoufakis y su equipo habrían estado aplicando esta disciplina en su complicada relación con Bruselas. El fenómeno ha ido en aumento desde su reciente dimisión.