Un equipo del Instituto de Microelectrónica de Barcelona del CSIC ha desarrollado el prototipo de una nueva celda de conmutación para vehículo eléctrico que permitirá adaptar y controlar los flujos de potencia entre las fuentes de energía y sus cargas de un modo más eficiente, como entre la batería y el motor.
Un estudio de la Universidad Politécnica de Valencia pone de relieve que el cambio de vehículos diésel de más de diez años por nuevos de gasolina aumentaría hasta un 2 % las emisiones de CO2 en las grandes urbes españolas. En cambio, si la flota diésel anterior a 2009 se sustituyera por nuevos vehículos diésel (E6 Temp), las emisiones bajarían hasta un 6 % en las ciudades y un 22 % en las carreteras.
Con la ayuda de los sincrotrones europeos ALBA y DESY, un grupo internacional de científicos ha descrito los procesos de transformación que se producen durante la síntesis de los óxidos laminares ricos en litio, utilizados como cátodo en las baterías de iones de litio. Estos materiales de bajo coste demostraron una capacidad y velocidad muy altas, convirtiéndose en candidatos prometedores para el desarrollo de los vehículos eléctricos y los sistemas de almacenamiento de energía.
Investigadores de la Universidad de Córdoba han demostrado que las cáscaras de almendra se pueden transformar en un tipo de carbón activo de importancia vital para las baterías de los coches eléctricos. Según sus primeras simulaciones, estos vehículos podrían aumentar hasta un 60 % su autonomía con la ayuda de esta materia prima vegetal.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), en colaboración con el Centro Tecnológico de Manresa, han sido seleccionados por la multinacional Infranor para desarrollar la base de una nueva generación de coches eléctricos. Según sus creadores serán vehículos de alto rendimiento con tracción aislada en cada rueda y tolerancias a fallos.
En la estación de metro de Sainz de Baranda, en Madrid, está funcionando en fase de pruebas desde hace dos meses la primera metrolinera de España y unas de las pocas que existen en el mundo. Se trata de un poste de recarga que utiliza la energía excedente del frenado de los trenes para la carga rápida y gratuita de coches eléctricos. La metrolinera está basada en tecnología de Siemens.
La forma en que vivimos se apoya sobre una robusta, pero no infalible, malla eléctrica, que desde la Revolución Industrial se ha fijado en el paisaje. Pero el entretejido que cubre el país está a punto de vivir otra revolución, esta vez impulsada por las fuentes de energía renovables y por la llegada del coche eléctrico. Y para que la red pueda resistir a los cambios que vienen, organismos de investigación y empresas de todo el país se aplican en investigar, desarrollar e innovar.
Coche eléctrico y sistema de recarga en Gijón (Proyecto Living Car). Fotografía cedida por L. S. M.