Tras el fallido vuelo inaugural del año pasado, este fin de semana ha despegado con éxito el nuevo cohete insignia japonés, según ha informado la agencia JAXA del país asiático. El rendimiento de la nave también se verificó con la separación de dos minisatélites.
Científicos de la agencia especial estadounidense han elaborado mapas que les ayudarán a decidir dónde podrían aterrizar los primeros astronautas en el planeta rojo, con eventual disponibilidad de agua potable e ingrediente clave para el combustible de cohetes. Además, al perforar núcleos de hielo se descubriría la historia climática marciana, al tiempo que se exploran potenciales hábitats para la vida microbiana.
El despegue de la nave Starship y el cohete Super Heavy, el más potente construido hasta ahora, se suspendió este lunes por problemas técnicos. La compañía de Elon Musk lo volverá a intentar este jueves 20 de abril.
La empresa PLD Space ha presentado este fin de semana su microlanzador suborbital ante el presidente del Gobierno, la ministra de Ciencia y otras autoridades en el Centro de Experimentación de El Arenosillo (Huelva). La nave despegará en abril o mayo para demostrar su capacidad tecnológica.
La mayoría de los restos del cohete Long March 5B se desintegrarán durante su reentrada en la atmósfera terrestre, prevista para este 8 o 9 de mayo, y la probabilidad de que caiga algún fragmento en zonas pobladas es muy pequeña, según los servicios de vigilancia espacial, aunque el objeto está descontrolado. Un radar de la base de Morón (Sevilla) proporciona datos al consorcio europeo que realiza el seguimiento.
Un proceso en la fabricación que conduce a error, se realizan mal algunas conexiones eléctricas en la cuarta etapa del cohete Vega VV17, los sistemas de control no lo detectan y falla el lanzamiento, perdiéndose los dos satélites que lleva dentro. Esta es la secuencia que condujo a su malogrado despegue, según ha confirmado la Agencia Espacial Europea (ESA).
La Agencia Espacial Europea ha suscrito un contrato con la empresa de ingeniería SENER para ampliar los trabajos de desarrollo de una de sus innovaciones en propulsión espacial: el motor de plasma helicón, ideado en el marco de un proyecto conjunto de I+D con la Universidad Carlos III de Madrid.