Si eres un microorganismo y tienes que sobrevivir en un ambiente muy hostil donde llueve escasamente y entre décadas, donde la temperatura durante el día puede superar los 50°C, donde la radiación solar resulta letal y aniquila cualquier rastro de vida en la superficie, entonces, la única solución es buscar un buen refugio. Eso es lo que han encontrado los microorganismos que colonizan las costras de yeso en el lugar más seco de la Tierra: el desierto de Atacama en Chile. Este hallazgo, es uno de los resultados de la expedición internacional dirigida por el investigador Jacek Wierzchos del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC).