Investigadores de las universidades de Santiago de Compostela y de Vigo han constatado que las olas de calor en la península ibérica y Baleares son cada vez más intensas, especialmente en el oeste peninsular y las zonas montañosas, y que los eventos extremos aumentan en magnitud. Como resultado, puede elevarse la demanda energética y el riesgo de incendios.
Los actuales compromisos climáticos de los países son insuficientes para mantener el objetivo del Acuerdo de París de 2015, según un estudio publicado en la revista Nature Climate Change, durante la Cumbre del Clima 2022 (COP27), que se celebra en Sharm El Sheikh, en Egipto.
António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, pidió ayer que los gobiernos establezcan impuestos sobre los beneficios extraordinarios obtenidos por las empresas de energías fósiles para abordar los problemas derivados de la crisis. El responsable realizó esta petición en en Foro de líderes mundiales de la COP27, que se celebra en Egipto.
La subida del nivel del mar se acelera, el deshielo de los glaciares europeos bate récords y los fenómenos meteorológicos extremos causan devastación, advierte en un informe preliminar la Organización Meteorológica Mundial, presentado en la apertura de la COP27 que se ha inaugurado en Egipto.
Solo en 2020 se detectaron en el Ártico siberiano 423 incendios, que quemaron unos tres millones de hectáreas. Esto provocó la emisión de 256 millones de toneladas de CO2, una cantidad similar a todo lo emitido en España durante un año, según un estudio liderado por investigadores españoles.
Según un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), a medida que continúe la tendencia al calentamiento, el calor excepcional, los incendios forestales, las inundaciones devastadoras y otros efectos del cambio climático se cobrarán un precio cada vez mayor en la sociedad, las economías y los ecosistemas.
La crisis climática aboca, en tan solo una docena de años, a que el 50 % de estos arrecifes se enfrenten permanentemente a condiciones inadecuadas. Esta es la principal conclusión de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Hawái (EE UU).
Los playas y dunas de nuestras costas son un atractivo turístico incuestionable. Además, son ecosistemas con potencial para la industria farmacéutica y otros sectores productivos, e incluso en el ámbito culinario. La ecóloga Sara M. Vallés lleva años estudiando estos entornos degradados y da las claves para mejorar su situación. La acción individual también cuenta.
Esta época estival en España ha sido la más caliente de su serie de datos. Además, el pasado mes de agosto ha sido muy cálido: el segundo con mayores temperaturas desde que hay registros, según datos de la Agencia Española de Meteorología.