Si se mantuvieran las tendencias demográficas actuales, España perdería un millón de habitantes en los próximos 15 años y 5,6 millones en los próximos 50 años, según datos del informe 'Proyección de la Población de España 2014–2064' del Instituto Nacional de Estadística. Esta trabajo también indica que, por primera vez, el número de defunciones superará al de nacimientos a partir de 2015.